Santo Domingo.-Al
merenguero Toño Rosario se le ve feliz, familiar y
muy enamorado de su esposa Yari, a quien no deja de mencionar en cada pregunta
que se le hace.
También
lo tiene emocionado la pegada que dice ha alcanzado su nuevo merengue “Dale
vieja”, con el cual ha logrado buena presencia en la radio y las redes
sociales.
Todas
estas cosas buenas hacen que el llamado “Kukito” muestre una cara de
tranquilidad y de que ninguna cosa lo incomode.
Prepara un disco nuevo, y a inicios de 2018 se reunirá con
sus hermanos, comandados por Rafa Rosario, para realizar un espectáculo durante
tres noches en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
Junte con Rafa
El cantante lo revela cuando se le pregunta si ha tenido
alguna decepción en su carrera, cuál pudiera ser.
“Aaah, bueno -respondió-, sería la parte en donde mis
hermanos no quieren cantar conmigo, pero ya eso se solucionó, en mayo del
próximo año nos juntamos en unos conciertos en
el Teatro Nacional y esto me tiene feliz”.
Mientras todo esto se arma, Toño sigue con
sus uñas pintadas de negro, una figura escuálida y sus cabellos largos.
“Este ‘look’ jamás me lo voy a quitar, estos cabellos no son
puestos, son míos, míos, es algo que me gusta y por lo que me siento bien
tenerlos”. Reveló que su esposa Yari, el amor de su vida, y con quien lleva
diez años de casado es quien prepara su ropa y cuida de su cabello; de ella
dice que es una bendición que Dios le mandó a su vida.
El artista prepara un nuevo disco que tiene como punta de
lanza el merengue “Dale vieja” y está seguro que el próximo año será de muchos
frutos para su carrera, ya que este ha sido de mucha bendición.
Habló de su padre, don Ramón, de quien dijo está un poco
enfermo, y al que visita cada vez que puede. De su infancia dice que si pudiera
devolver el tiempo estaría en su campo maroteando como en su niñez.
Esa es una época maravillosa de mi niñez, si pudiera volver
seria maravilloso, nosotros nacimos artistas, éramos los chicos cantores del
campo y siempre estuvimos protegidos por nuestros padres.
concierto
En septiembre pasado presentó el concierto “Mi vida”, pero
fue tanta la gente que se quedó sin verlo que se vio en la obligación de abrir
otra función, para este sábado, para además celebrar el Día Nacional del
Merengue, que se conmemora los 26 de noviembre.
“La gente se quedó fuera en el primer show y estamos
preparando el segundo. Todos aquellos que no pudieron asistir lo podrán hacer
ahora”, dijo el merenguero.
Sus fiestas siempre están llenas y obedece a su disciplina.
“Nunca he llegado tarde a una fiesta, ni desarreglado. Nacimos para ser
artistas y en mi casa la disciplina es vital”.
Creyente
Dice que es incansable trabajando, tratando de llevarle lo
mejor a su público y que el Altísimo esté con él en todo su camino, ya que es
un hombre creyente.